La pandemia de Covid-19 que ha acompañado nuestras vidas en los últimos 2 años ha tenido y continúa teniendo importantes efectos sobre la realidad social de todo el mundo. Paraguay, como muchos otros países, ha sido afectado por la pandemia no solo en lo que concierne a la salud de su población, sino también en su realidad social, familiar, laboral y cultural; y las secuelas de esta situación continuarán acompañando al país todavía por mucho tiempo.
Sin embargo, los problemas de la sociedad paraguaya no han empezado con la pandemia de Covid-19 ni se agotarán con el fin de la misma. Los problemas sociales, económicos, laborales, políticos, educativos, no han sido originados por el Covid sino que afectan al Paraguay desde hace muchos años, y continuarán afligiéndolo después de que ese virus desaparezca de nuestras vidas. Estamos hablando de problemas como la lucha por la tierra, la resistencia al autoritarismo siempre vigente en el país, la problemática de la seguridad social y del derecho a una jubilación digna para la población trabajadora, las condiciones legales en que se desarrollan las parejas de hecho (no casadas, pero convivientes). También hablamos de la problemática siempre presente, que la pandemia solamente ha expuesto en toda su gravedad: la existencia de un sistema de salud pública ineficiente y de una salud sustancialmente privatizada, cuyo costo la hace de imposible acceso para gran parte de la población paraguaya.
De todas estas problemáticas, que son preexistentes a la pandemia de Covid-19 y que muy probablemente continuarán afectando la vida de la población paraguaya por muchos años después que la pandemia haya desparecido, hablaremos en este número de la revista Novapolis. Enfrentándolos, como siempre, desde un punto de vista académico con la convicción que exponer de manera científica las problemáticas del país es la única forma posible para empezar a razonar seriamente sobre su posible y concreta solución.