Industria de la marihuana en Paraguay
Productores, traficantes e instituciones cómplices
Resumen
Este artículo analiza las condiciones políticas, sociales y económicas que posibilitan el éxito del negocio de la marihuana en Paraguay que ubica al país como el mayor productor de Latinoamérica. Según cifras oficiales, anualmente se siembran cerca de ocho mil hectáreas en los departamentos de la Región Oriental, fronterizos con Brasil. A pesar de que la ley antidrogas es una de las más estrictas de la región, con penas que oscilan entre diez y veinte años, y la inversión de ingentes recursos económicos, no se logró disminuir la plantación. La producción de información se realiza con un enfoque etnográfico con presencia sistemática en la zona desde 2019, lo que permite la realización frecuente de observaciones, mantener conversaciones con productores, comerciantes y autoridades, así como con agentes de seguridad y justicia. El establecimiento de lazos de confianza con cultivadores posibilitó el acceso a lugares de producción. Los resultados revelan la naturalización de la producción de la marihuana en diversas áreas de San Pedro, Amamaby y Canindeyú y la gran dependencia económica existente en municipios y comunidades dedicadas a este rubro, ya que genera mano de obra y moviliza la economía. La protección e involucramiento institucionales, especialmente de policías y fiscales, a cambio de pagos sistemáticos, es lo que permite la reproducción de la actividad. Estos funcionarios garantizan ingresos millonarios a cambio de una persecución penal selectiva y la tolerancia de las acciones de los patrones narco que, so pena de muerte, exigen el silencio cómplice de los habitantes de estos territorios.