La modernidad que embiste al Paraguay pos pandémico y pos elecciones generales del pasado 30 de abril de 2023 tiene múltiples caras y arrastra consigo múltiples problemáticas de no simple solución.
El crimen organizado, con sus negocios transnacionales de tráfico de droga, de armas, de personas y de lavado de dinero, se está volviendo un tema de debate importante en el país; y seguramente un desafío relevante para la política en los próximos años. Una política que, por su parte, ha salido muy golpeada de las últimas elecciones, con candidaturas-broncas que han arrasado, partidos no tradicionales en grandes dificultades, candidaturas opositoras ampliamente derrotadas y un oficialismo colorado que se renueva volviendo al antiguo, a través de una nueva estación del cartismo en el poder que apunta a retomar el discurso político-económico que tuvo que cerrar anticipadamente en el 2018. Un discurso que se concentra en la evolución del sistema económico nacional para superar aquel agroextractivismo que lo dominó por décadas y apuntar a nuevos caminos productivos. Caminos que en gran medida no pueden más que pasar por Brasil, con el cual Paraguay no sólo debe definir el futuro de la Represa de Itaipú, sino también verificar hasta dónde pueden llegar sus relaciones políticas, económicas y sociales. En todo eso no podemos olvidar los desafíos que enfrenta y continuará enfrentando la capital Asunción, en su elección entre ser una ciudad para todos o sólo para quienes puedan costearla. Y finalmente, aunque la modernidad nos convoca, no podemos olvidar la historia paraguaya, sobre todo la que se escribió entre la independencia y la Guerra Guazú, que tanto ha incidido en el pasado para determinar los destinos del país, y que aparentemente tanto continuará incidiendo de la misma forma también en el futuro próximo.
Temas y cuestiones citados que la modernidad nos pone de frente y nos obliga a analizar también desde un punto de vista académico para poder disponer de aquellos instrumentos cognitivos necesarios para intentar resolverlos oportunamente. Eso también intentaremos hacer con este número de la revista Novapolis.